Se trata de tres retratos pintados por Goya: Antonio Adán de Yarza, a su mujer María Ramona de Barbachano y a su madre Bernarda Tavira, miembros de esta ilustre familia vizcaína
Estos cuadros fueron muy probablemente pintados en Madrid hacia 1787-1790, periodo en el que Goya desarrolló una intensa actividad retratística cuando era pintor de cámara del Rey.
Los retratos permanecieron en la casa familiar, el Palacio de Zubieta en Ispaster (Vizcaya), hasta el estallido de la Guerra Civil, cuando el Gobierno de Euskadi los retiró para su protección trasladándolos a París a fin de que participaran en la Exposición Universal de 1937. Sin llegar exhibirse, las tres pinturas fueron devueltas en Francia a su legítima propietaria, María Adán de Yarza, refugiada en el país vecino.
Después de 80 años, en 2019, el Museo de Bellas Artes de Bilbao presentó por primera vez al público estos tres retratos inéditos junto con la documentación sobre su singular historia. Actualmente se pueden admirar en dicho museo de Bilbao.